1. Procure no iniciar una confrontación sin antes saber por qué está ofuscado.
  2. Antes de enfrentarse piense en qué es realmente lo que quiere lograr.
  3. Si van a discutir, busquen un tiempo y un lugar adecuados en que cada uno pueda decir lo que quiera, pero sin causarle molestias innecesarias al otro.
  4. Comiencen las discusiones con el ánimo de resolver los problemas.
  5. Procuren no manipular la culpabilidad del otro.
  6. Si durante la confrontación se siente apabullado por el otro, dígalo y reclámele que le permita decir lo que piensa sin ser interrumpido.
  7. Disponga de tiempo para hablar y definir las diferencias.
  8. No busque peleas con el ánimo de conseguir atención.
  9. Cuando escuche al otro, trate de comprender lo que el otro quiere decir y por qué.
  10. A veces es útil que los contendores expresen por escrito sus diferencias, especialmente cuando el conflicto duele tanto que arriesga a llevarlos a peleas inútiles que sólo empeorarían las cosas.
  11. En lugar de insistir en tener la razón más vale admitir que uno puede estar equivocado. Hay que buscar la verdad.